El té verde ha sido durante siglos protagonista en la medicina tradicional por sus múltiples beneficios: mejora de la salud cardiovascular, propiedades antioxidantes, e incluso posibles efectos sobre el metabolismo. Sin embargo, una nueva línea de investigación apunta a un efecto menos conocido, pero especialmente relevante en el contexto del envejecimiento: el consumo habitual de té verde podría estar relacionado con una menor presencia de lesiones cerebrales asociadas al deterioro cognitivo y la demencia.
Un reciente estudio japonés lo confirma, y en este artículo comentamos sus principales conclusiones junto con la importancia de realizar evaluaciones neurológicas periódicas en centros especializados como Helicopteros Sanitarios en Marbella.
El estudio, publicado en la revista NPJ Science of Food, analizó a casi 9.000 personas mayores para determinar si existía una relación entre el consumo de té verde o café y la salud del cerebro. Los resultados fueron claros: quienes bebían té verde con regularidad presentaban menos lesiones cerebrales relacionadas con el deterioro cognitivo. El café, en cambio, no mostró efectos similares.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores ajustaron los resultados teniendo en cuenta múltiples variables:
Edad, sexo y nivel educativo
Enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o dislipemias
Estilo de vida: tabaquismo, consumo de alcohol, actividad física, etc.
Incluso considerando estos factores, el té verde seguía asociado a una mejor salud cerebral.
El té verde contiene una alta concentración de antioxidantes y compuestos bioactivos, especialmente catequinas como la EGCG (epigalocatequina galato), cuya acción podría explicar su papel protector a nivel neurológico:
Disminuyen el estrés oxidativo
Tienen efecto antiinflamatorio
Pueden prevenir la acumulación de proteínas neurotóxicas asociadas a enfermedades como el Alzheimer
Todo ello sugiere que el consumo habitual de té verde podría tener un impacto real en la prevención del deterioro cognitivo.
Conviene recordar que se trata de un estudio observacional, es decir, no establece una relación causal directa. Además:
No se detalla cómo se preparaba el té (ni si se incluía en alimentos u otras formas).
Los beneficios no fueron tan evidentes en personas con depresión o con ciertos factores genéticos de riesgo.
Es necesario seguir investigando para establecer recomendaciones sólidas a nivel clínico.
Según el estudio, consumir al menos tres tazas diarias (unos 600 ml) podría tener efectos beneficiosos. No obstante, superar las 3-4 tazas al día puede provocar efectos secundarios no deseados, como:
Insomnio, por el contenido en cafeína
Molestias gastrointestinales
Alteraciones hepáticas en casos muy poco frecuentes
Como siempre, la moderación es clave.
Más allá de los hábitos saludables, la mejor forma de cuidar la función cognitiva es realizar evaluaciones neurológicas periódicas. En Helicopteros Sanitarios ofrecemos valoraciones neurológicas profesionales para detectar de forma precoz posibles alteraciones y establecer un plan de seguimiento personalizado.
El té verde puede formar parte de un enfoque integral para preservar la salud cerebral, pero no sustituye la importancia del diagnóstico clínico. Pide cita para una evaluación neurológica y cuida el bienestar cerebral a largo plazo.